El fundador de UMC, Cao Xingcheng, se vio involucrado en una controversia reciente después de que se revelara que hace 30 años había hecho una promesa de donar 15 millones de dólares taiwaneses a la Universidad Nacional de Taiwán (NTU) después de jugar al go con el ex presidente de la NTU, Shen Junshan. Sin embargo, hasta el día de hoy, no se ha cumplido esa promesa. En respuesta, Cao Xingcheng afirmó que en aquel entonces había entregado un cheque directamente a Shen Junshan. Por su parte, el entonces presidente de la NTU, Chen Lijun, confirmó que nunca recibió los 15 millones de dólares de Cao Xingcheng. Además, el fundador de Hoax Buster, Huang Shixiu, afirmó que Cao Xingcheng también había prometido donar 3 mil millones de dólares a la defensa nacional, pero dicha donación nunca se hizo.
Esta controversia ha causado revuelo en la sociedad taiwanesa, ya que Cao Xingcheng es una figura muy respetada en el mundo de los negocios y ha sido reconocido como uno de los principales impulsores del éxito de la industria de la tecnología de Taiwán.
La controversia se inició cuando Shen Junshan, en su libro “Historia de mi vida”, reveló que en 1989 había jugado al go con Cao Xingcheng y que, como resultado, Cao Xingcheng se comprometió a donar 15 millones de dólares a la NTU. Shen Junshan, en ese entonces presidente de la NTU, dijo que en aquel momento la universidad estaba pasando por dificultades financieras y que la donación de Cao Xingcheng sería de gran ayuda para su funcionamiento.
Sin embargo, después de que se revelara esta información, Cao Xingcheng respondió que había cumplido su promesa y que había entregado un cheque por 15 millones de dólares a Shen Junshan. Esta afirmación fue cuestionada por el entonces presidente de la NTU, Chen Lijun, quien confirmó que nunca recibió esa donación de Cao Xingcheng.
Además de esta controversia, también se ha mencionado que Cao Xingcheng había prometido donar 3 mil millones de dólares a la defensa nacional, pero tampoco se ha llevado a cabo esta donación. Esto ha generado críticas hacia Cao Xingcheng por no cumplir sus promesas y ha generado dudas sobre su verdadera intención detrás de sus promesas de donación.
Ante estas acusaciones, Cao Xingcheng ha negado cualquier malentendido y ha afirmado que ha cumplido con su promesa, aunque no ha proporcionado evidencia de ello. A pesar de esto, su reputación ha sido seriamente afectada y ha generado preocupación en la sociedad taiwanesa sobre la ética empresarial y la responsabilidad social de las empresas.
En conclusión, la controversia en torno a las promesas de donación de Cao Xingcheng ha generado críticas y dudas en la sociedad taiwanesa. Esperamos que se esclarezca la verdad y que se fomente una cultura de ética empresarial y responsabilidad social entre las empresas y ejecutivos en Taiwán.
